En varias ocasiones, la gente no es consciente de una joya difícil de replicar y/o guardar en la vida. Es, ni más ni menos, que el tiempo. Este es el mayor tesoro que tiene cualquier ser humano. ¡Y lo digo en serio! Hay que saber racionarlo y exprimirlo al máximo. No caben los “y si…” o “tal vez”. Hay que actuar en el momento, aprovechar cualquier detalle.
Una buena síntesis de la labor de Manuel Serrano como persona y director de cine. Desde esta última faceta, ha podido ver cumplido una de sus ilusiones -el tema social siempre es su leitmotiv en sus obras- gracias a la dirección, junto a su equipo de trabajo, del largometraje «Aquí y ahora, vida», junto a la productora Tus Ojos 2030.
En tiempo récord, el mencionado director tuvo la cortesía y amabilidad de atender las peticiones de mi compañero Jorge Fraile vía correos o llamadas telefónicas. Más aún con el margen de maniobra disponible para concretar esta sesión. El resultado fue satisfactorio: el momento de hacer este streaming estaba al caer. Todo iba sobre ruedas.
Y así sucedió. El pasado 18 de mayo, en el Aula Magna de la Universidad San Jorge (Zaragoza), tuvo acto la proyección de la citada película (anteriormente, en otras ciudades) ante alumnos y el docente de la asignatura Ciberperiodismo del Grado en Periodismo y una posterior charla o puesta en común de varios aspectos relacionados con el filme.
«Aquí y ahora, vida», otra perspectiva social
Manuel Serrano estuvo accesible y facilitó todo tipo de cuestiones que se trataron en dicha sesión. Tal y como se explica en el pressbook de “Aquí y ahora, vida”, no quiere que sea un reportaje de informativos respecto al cáncer infantil, sino que en la película sea posible “la gestión humana de emociones desde el lenguaje cinematográfico”.
De hecho, quiere despertar sensaciones e ir más allá, con el deseo de conseguir que “exista una reflexión desde el espectador” y sea, en parte, que haya «mayor empatía y solidaridad», afirma Serrano.
Junto a varios alumnos de dicha asignatura, quiso explicar las dudas que surgiesen. Por ello, conviene citar que tocó la fibra en sus declaraciones con las lecciones vitales que, jóvenes como Oier, Manu o Elena entre otros, ofrecen al espectador sobre cómo lidiar con la amarga experiencia de la enfermedad.
Junto a estos jóvenes, las familias también son indispensables para afrontar este proceso. No obstante, en la película tienen su relevancia y, así, mostrar esa “cercanía, naturalidad y mensaje optimista”, como también reza el pressbook de la película. Además, personalmente… Me ha transmitido mucho esta película, recordándome un episodio del pasado.
En colaboración a esta película, está la labor fundamental de asociaciones como Adano o ASPANOA, además de otras agrupaciones locales en Zaragoza como es “El Basket es vida”, con varios eventos hasta la fecha. Siempre con el fin de luchar y ganar la guerra al cáncer. Al fin y al cabo, la vida es un regalo que merece disfrutar toda la gente. Y afirmo esto con rotundidad, por vivencia propia.
Experiencias a través de vivir el presente
Como reflexión final, también dejó algunos consejos para los futuros periodistas, como explorar el mundo y vivir este recorrido al completo. “Recomiendo viajar, descubrir nuevos territorios. Mi experiencia en África me ayudó mucho, pero destaco mi estancia en Angola”, afirma Serrano.
Además, Serrano comentó cruzar el charco, a modo de recomendación, puesto que “tengo familia en Perú y me encantar vivir esa experiencia siempre que puedo”.
Por estas y muchas razones, como bien se dice “el tiempo es oro”. Hay que sacar toda la esencia posible, valorar y disfrutar. El tiempo es muy importante (una vez consumido no se recupera) y por algo presente significa regalo. Aquí y ahora. Al 100%, con máxima ilusión y alegría.